Poesía, minuto y comunicación (1)
Exposición del profesor Sergio Román Armendáriz, en la sesión final del año 2008 celebrada por la Asamblea de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, U.C.R., el 10 de diciembre del año 2008
Acerca de la poesía y del minuto y de otros elementos a tomar en cuenta en la enseñanza orientada al oficio de producir mensajes breves de comunicación verbal, verbo-icónica y audiovisual
(versión revisada por el autor)
"Señora Directora de la Escuela, colegas:
Agradezco a las personas que integran la Asamblea de la Escuela de Ciencias de la Comunicación por el honor del emeritazgo. Gracias a la profesora Kattia Pierre por sus generosas palabras. Deseo en esta ocasión compartir algo de mi experiencia docente en nuestra Escuela en el ámbito de la producción de los mensajes breves. Empezaré mencionando el valor pedagógico de la poesía en la formación del oficio. Esto lo sabe nuestro colega Anwar que es profesor de la Escuela y poeta.
Me parece que parte del secreto de la pedagogía de la Comunicación pasa por la poesía, no tanto para competir con los estudiosos de filología y literatura sino porque la poesía es concentración, ritmo y sugerencia. O sea, la palabra, en el poema, adquiere una potencia extraordinaria, se convierte en imagen. Su ritmo afina nuestros oídos. Su capacidad de sugerencia nos estimula. Quien estudie y aspire a ejercer el oficio de la comunicación, entre otros ejercicios, debe leer poesía periódicamente. La poesía debe estar muy cerca de su sangre y de su respiración.
A veces suena raro que en una clase de nuestra escuela, uno diga algún poema, pero de pronto se siente que esa potenciación y ritmo y capacidad de sugerencia que adquiere la palabra en el poema, es lo que uno quisiera trasladar al mensaje que está construyendo. Es útil trabajar la poesía, no sólo como un fenómeno estético sino como un elemento pedagógico.
Bécquer decía que "mientras exista una mujer hermosa", diríamos mejor, "mientras exista una persona hermosa, habrá poesía". Décadas después, se dijo algo que me parece más apropiado, y que se atribuye a Reyes Carbonell: "mientras exista la metáfora…, (y tomemos la metáfora como manifestación de la poesía…) el universo no terminará de crearse". O sea, vivimos un universo, vivimos un tiempo y un espacio determinados, pero la poesía es capaz de transustanciarlos y crear nuevos mundos con la palabra y con la imagen.
Nuestro oficio es un oficio de palabras, es un oficio de imágenes. Palabras e imágenes que están fijas o en secuencia. Y palabras e imágenes son herramientas de la poesía. De allí, su interacción.
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