Mercurial periodística

Ruta: Periodismo

Un caso de Ética y defensa del derecho de respuesta y un intento de preservar la memoria política del poeta David Ledesma Vásquez (1934-1961)

¡Ay, del periodista que convierta su pluma en cuchara!
Juan Montalvo
(1832-1889)
polemista ecuatoriano,
autor de Mercurial Eclesiástica,
Los siete tratados,
Los capítulos que se le olvidaron a Cervantes,
Las catilinarias

 

David Ledesma Vásquez, ¿desganado o entusiasta de la Revolución Cubana?

Motivo

Sergio Román Armendáriz (1934), único sobreviviente del Club 7 de Poesía (Ecuador, 1951-1962), asume (hoy, 2008, desde Costa Rica) su deber moral de intentar preservar la memoria socialista de David Ledesma Vázquez (1934-1961), su compañero de armas literarias y políticas.

Ambos crearon el programa radiofónico “¡Aquí … Cuba!” (Ecuador 1960-1961) en defensa de la Revolución y, en compañía de Carlos Benavides Vega, Ileana Espinel Cedeño y Gastón Hidalgo Ortega editaron un volumen de poemas: Club 7 (Guayaquil, Casa de la Cultura, 1954) y, con Ileana, Triángulo (Ciudad y editorial citadas, 1960).

Con el fin de aclarar un concepto que sobre David, se emite en un artículo publicado en el diario El Mercurio, de Cuenca, Ecuador, Sergio, hoy radicado en Costa Rica, remitió dos cartas a la dirección del medio, las cuales quedaron sin respuesta (2008). Entonces, siguiendo a lo lejos el ejemplo de don Juan Montalvo, decidió darlas a la luz pública, conformando algo parecido a una Mercurial Periodística.

Este es el motivo. A continuación la anécdota. Luego, por medio de enlaces pertinentes, las personas interesadas podrán accesar las cartas mencionadas, el párrafo de la discordia y el material anexo.

Anécdota

Gracias a la red de redes, en una cercana madrugada insomne del 2008, en su casa de Curridabat, Costa Rica, navegando al azar, Sergio Román Armendáriz pudo extraer de internet, un artículo del Sr. Gerardo Salgado titulado David Ledesma Vásquez, el poeta de la corbata amarilla (aludiendo a un poema de David y a su suicidio por ahorcamiento), que el diario El Mercurio de Cuenca, Ecuador, dio a la luz pública el 11 de septiembre del 2008.

El don de la ubicuidad de “Internet” hizo que de inmediato Sergio leyese el artículo del Sr. Salgado y mandase su contestación.

La palabra Mercurial, se refiere tanto al dios mitológico que sirve con rapidez a quienes envían y reciben noticias y comestibles, esto es, comercian e informan. Se refiere también al primer planeta de nuestro sistema y a una planta purgativa o purificadora. Asimismo, tangencialmente puede rozar el nombre del periódico.

Juan Montalvo, príncipe de los polemistas del Ecuador, cuando fue marginado de la iglesia por el obispo de Cuenca, contestó glosando el auto de excomunión, párrafo por párrafo, convirtiendo cada uno de ellos en el título de los progresivos capítulos que integran su sobria y contundente Mercurial Eclesiástica, ejemplo de rima entre ideología y estilo, que es lo máximo a lo que puede aspirar quien intente afinar las armas de la palabra escrita o de las imágenes fijas o en movimiento.

(Aún busco, en la memoria, ese libro extraviado después en la casualidad de los caminos. Tenía tapas amarillas de una textura amable al igual que la caligrafía de su impresión sobre hojas blancas en vías de derivar al sepia, que leía a escondidas al regresar de clases sentado en lo alto de una casi clandestina escalera de madera que llevaba a un remedo de ático clausurado en mi anciana casa guayaquileña al finalizar la década de los años cuarentas).

Recordando a don Juan, no al Tenorio violador sino al castizo criollo de apellido Montalvo, Sergio, que disfrutó tanto en su juventud la lectura de la Mercurial Eclesiástica del maestro, resolvió tomar en homenaje préstamo ese hallazgo del título y adaptarlo a la presión de este momento.

Se ha marcado con letras negritas la frase ("…desganado de la Revolución Cubana") que el Sr. Salgado aplica a David, lo cual motivó dos cartas de Sergio Román: la primera enviada al propio Sr. Salgado, y la segunda al director del diario El Mercurio de Cuenca, Ecuador, donde se había publicado el primer artículo.Las dos, aún, sin respuesta ni acuse de recibo ni publicación.

A pesar de esta displicencia patronal, las dos cartas de Sergio, aún inéditas, integran hoy la unidad titulada: MERCURIAL PERIODÍSTICA: David Ledesma Vásquez, ¿desganado o entusiasta de la Revolución Cubana?

Las dos cartas reclaman el derecho de respuesta y abogan por la libre expresión del pensamiento y por un periodismo positivo que se fundamente en hechos y no en suposiciones. Y, sobre todo, por el derecho que tienen las lectoras y lectores de cualquier periódico del mundo, de leer una versión diferente de la que alguien, tal vez, de buena fe pero de manera apresurada, ya refirió, y, además, así pueda –esa lectora o ese lector- formarse un juicio menos imperfecto acerca de esa visión fantasmal que refleja la unilateralidad en el tratamiento de la información.

El Ecuador tiene una larga historia de periodismo combativo. Sergio, a pesar de su carácter distraído, no ha vivido ajeno a esta corriente. Incluso, la ha practicado. Ejemplo, el folleto "Alcantarilla, sitio de ratas" (Guayaquil, CIMA, 1962).

Así, pues, esta Mercurial Periodística no se quiere excluir de la corriente montalvina comprometida, antes y después de todo, con la verdad y con el servicio a la memoria del país.

De esta manera el periodismo combativo es, también, periodismo positivo.

Sergio Román Armendáriz
Profesor emérito de la Escuela de Ciencias de la Comunicación
Universidad de Costa Rica (UCR) 2008

romantic@racsa.co.cr | www.sergioroman.co.cr

Curridabat, San José, CR, 17 de diciembre del año 2008