Dedicatoria

Ruta: Pedagogía

A mi maestra Luisa Josefina Hernández, a mis maestros José Joaquín Pino de Ycaza,  Isaac Felipe Azofeifa, Víctor Manuel Arroyo y Constantino Láscaris, y a mi colega  Michelle Najlis, con quienes empecé a descubrir que el aula y el país también pueden (y deben) ser un poema y una operación dialéctica.  Aún sigo cultivando esta ucronía y esta utopía.

Y a mis alumnos y alumnas de la Universidad de Costa Rica y de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil y de mis cincuenta y tantos talleres de producción escrita y audiovisual que atendí en Centro América al amparo de UNICEF y del Programa Cultura de Paz administrado por la Universidad para la Paz, y de los consultorías que brindé en la República Dominicana con el auspicio de la UNESCO, y en el Ecuador y Bolivia, con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población: mi reconocimiento y afecto.

Mucho de ellos y de ellas está en mí. Yo soy, también, de alguna manera, ellas y ellos, si repetimos la oración de San Francisco: ¡quien da, recibe!

SR/CR, XII, 2008