"Extremos de amor": Ideología y estilo

Ruta: Cine: Relaciones fílmicas de Sergio: Relación con el cineasta mexicano Javier Ortiz-Tirado Kelly

Carta de Sergio Román Armendáriz acerca de la ideología y el estilo en "Extremos de amor", preguión para un largometraje escrito e inscrito por Javier Ortiz-Tirado Kelly en el Registro Público de Derechos de Autor, México, D.F, 2008


De: Sergio Román Armendáriz <romantic@racsa.co.cr>
Para: javier_oteka@yahoo.com
Asunto: ideología y estilo
Fecha: Viernes, agosto 15, 2008, 2:14 PM

OTK:

Desgloso en ideología y estilo, el comentario que me solicitaste.

1.- Ideología

"Extremos de amor" está escrito, no con palabras, sino con las gotas de sangre de tu corona de espinas.

Además de la lectura, lo digo porque hemos compartido estudios, conversaciones y filmes. Se trata de una versión del triángulo "mundo, demonio y carne". Los dos lados del triángulo están claros; el primero, lo aprecio subdividido en un mundo que sólo acepta la búsqueda de Dios siempre y cuando la persona que lo busca se excluya de la vida laica, y en el otro, que acepta que la vida laica no se opone a la búsqueda del Señor.

El eje conceptual recuerda la "misión -objetivo- y la "visión -horizonte-" de las estructuras organizacionales. Resumo la pregunta que atraviesa el texto, así: "¿Por qué, Dios mío, si me diste una misión, a la vez me pones tantos obstáculos para cumplirla y alcanzar así el horizonte?" Y esta pregunta es desglosable, a la manera de la escaleta de conflictos que señalas, por ejemplo: ¿Es posible la sacralización del amor terrestre y la erotización del amor celeste? Etc.

Con lo que acabo de apuntar, trato de expresar que esa materia teo-cinematográfica es tan íntimamente tuya y tan destilada por tu alma durante por lo menos tres décadas de tu vida, que tus prójimos, incluso los más cercanos, tenemos que detenernos respetuosos en el umbral de la ideología. Y guardar silencio.

2.- Estilo

"Extremos de amor" es a la vez orgía y vía crucis visuales. Es procesión y festival. Oración y coito. No se puede pedir más.

Lo que la crítica puede reclamarte es la ruptura de las propias reglas del juego creativo que tú te impusiste. Esas reglas yo las aprecio referentes a las atmósferas y a los antecedentes de cada uno de los elementos que aparecen en el devenir de la historia.

Pienso, por ejemplo, en el sida que mata a las dos mujeres, pero no al hombre. El sida corresponde a una astuta estrategia del guionista para entretejer el destino de Satán-Eva-Adán-Conce-Dios pero toda estrategia necesita desglosarse en pasos tácticos, que deben aparecer desde el comienzo, antes de los créditos iniciales, a manera de fosfenos que a la vez presenten los elementos que luego aparecerán en la película.

Para no aburrirnos, pienso, en la motocicleta, en Ivanhoe. Un publicista no escribiría "De venta en tu almacén de prestigio". Esa frase es suprimible. Lo mismo, en la página 17, "los demonios de la publicidad" es una frase obvia, también suprimible.

Siento un tanto acartonados los diálogos, tal vez porque todos hablan de lo mismo con acentos parecidos. Recuerda los tres pisos del idioma: el coloquial, el especializado y el universal. Creo que Adán, por sus relaciones laborales, debe ser coloquial, etc.

Has escrito una historia de atmósferas: hay tres que corresponden al trinomio dicho: mundo-demonio-carne. La atmósferas son la razón de ser del estilo. Están definidas. Para mi gusto, las acentuaría. Y al hablar de atmósferas, no hablo sólo de una presencia óptica descrita en las acotaciones para que las cumplan los encargados de la producción, luminotecnia y fotografía. Pienso en cierto misterio que debe desprender la historia. No un misterio de ultratumba (más allá de la vida), sino un misterio de ultravida (más acá de la vida).

Pongo un ejemplo: El monje loco (me gustaría llamarle sólo MONJE) tendría que confundirse con una de las visiones de Adán. No tiene que ser concreto. Debe ser un elemento que contribuya al misterio de tal manera que nos preguntemos, ¿En verdad ese monje existió?

Al final hay una serie de cuadros sinópticos útiles que demuestran que tu preguión está muy bien soñado y administrado. Sin embargo, tengo una duda acerca de la cronología para empatar el transcurso de tiempo con acciones y edades. Comparto la clasifición herética del género, en especial la aplicación del concepto hybris y la invención del metaprotagonista y el metaantagonista.

Voy a incorporar a mis clases, estos hallazgos.

Un abrazo y adelante.

SR