El `Club 7´de Poesía, el último espasmo del Modernismo en el Ecuador

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Una botella al mar para alguien que no me conoce pero a quien sí le interesa la literatura ecuatoriana

Me presento:

Integré el Club 7 de Poesía (Guayaquil, 1951-1962) con David Ledesma, Ileana Espinel, Carlos Benavides y Gastón Hidalgo. El azar ha hecho que sobreviva. Salí del Ecuador hace 48 años, lapso dentro del cual he tratado de mantener contacto con las corrientes de pensamiento de nuestro pueblo.

A propósito, en la `internet´ he estado leyendo algunas imprecisiones acerca de sucesos literarios y políticos de mi época por lo cual decidí dar mi versión. Con esta perspectiva, he ingresado ya en `Letralia´ revista virtual, dos capitulitos referentes a David:
1.- Letralia, (núm. 201, 18 de enero, 2009). SR / “ ‘Mercurial periodística´, un caso de ética y defensa del derecho de respuesta y un intento de preservar la memoria política del poeta David Ledesma Vázquez”.
www.letralia.com 2.- Letralia, (núm. 217, 7 de septiembre, 2009), SR / “ ‘La última nota´ de David Ledesma Vázquez. Prueba documental de su memoria política”. www.letralia.com

Ahora estoy completando el tercero, el atinente a su estilística.

Una línea de esa estilística nos llegó de Medardo Ángel y demás decapitados. Somos (o fuimos), lo acabo de expresar en una plática informal, el último espasmo del Modernismo en el Ecuador, sobre todo, (1) por el cuidado de la forma que viene del parnasianismo, (2) la pasión por las correspondencias que viene del simbolismo y (3)por la musicalidad rubendariana presentes (o, si no lo están, lo intentamos) en folletos personales y en nuestros dos libros colectivos: CLUB 7 (1954) y TRIÁNGULO (1960) ambos impresos en la Editorial de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas.

Además, yo tuve el honor y el placer de ser alumno de J.J.Pino de Ycaza ("el último decapitado que conservó muchos años la cabeza sobre sus hombros", -no recuerdo de quien es esta cita- pero, me parece, exacta).

En el aula del (Colegio Nacional) Vicente Rocafuerte (1951), y fuera de ella (porque el maestro Pino de Ycaza era un excelente e incansable conversador) nos regalaba los poemas de Verlaine, Rimbaud, Baudelaire, en francés y de memoria, y luego, nos facilitaba la versión castellana. Así educamos nuestro oído en la armonía que resumió don Félix Rubén García Sarmiento quien, luego, la filtró y la dejó fluir en suave lluvia de finísimo oro en el corazón de la juventud hispanoamericana de comienzos del siglo veinte. En nuestro ámbito, Medardo Ángel, Humberto Fierro, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja.

Aparte de unos versitos que publiqué en la página literaria del periódico estudiantil `Nosotros´ que armábamos (entre los muchachos de entonces, DLV y yo)  en la vieja y querida imprenta del colegio (1951), publiqué también dos ejercicios perdidos y con seguridad, ingenuos: "Mi viaje hacia Poe", que apareció en la revista del Colegio, creo que en 1952, cuando ya estaba estudiando en la escuela de Derecho, y "4 gritos de angustia en la misma poesía" que apareció en la página literaria que animaba el profesor Luis Cornejo Gaete en el desaparecido diario `La Nación´ de Guayaquil. Debe haber sido el 52 ó 53.

No pretendo mantener correspondencia ni abrumarlo con información no solicitada. Pero, con su permiso, y porque sé que a usted el tema le interesa, he querido compartir este dato, el de la relación del Club 7 con la Generación Decapitada, asunto que estoy desarrollando en el ejercicio atinente a la estilística de David Ledesma.

Quedo a sus órdenes en www.sergioroman.com, donde continúo resumiendo mi experiencia pedagógica en teatro, literatura y cine. Saludos, SR

Notas

Post Scriptum.- Anexo mi breve respuesta al Sr. Andrés Oppenheimer (CNN) acerca del futuro del idioma español. (Español, es un nombre político que ni los gallegos ni los catalanes, menos los vascos, toleran. Mejor debemos hablar del Indocastellano. Sin embargo, ésta es otra historia.) sr

 

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