Arte poética en prosa (versión completa)

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Categoría:  LITERATURA   /   Categoría complementaria:  PEDAGOGÍA (*)

Las tres versiones de ARTE POÉTICA EN PROSA están distribuidas así:

1.- Esta bitácora 61 contiene la versión completa en 7 páginas.

2.- La bitácora 57 contiene la versión resumida en 3 páginas.

3.- Y la versión para personas apuradas consta en un solo párrafo en la bitácora 58.


(*) Ver los recursos didácticos -uno, estilístico, y, otro, temático-(empleados y sintetizados por SR) en la sección de Notas, al final de la bitácora.

Texto enviado por el autor para ser presentado, en su nombre, el miércoles 2 de diciembre del año 2009 en el Salón de Actos del Colegio Americano de Guayaquil dentro de la ceremonia cultural dedicada a Mercedes Sosa, Mario Benedetti y Jorge Enrique Adoum.

La lectura estuvo a cargo del estudiante Andony Landívar Macías, sobrino nieto del autor.

Arte poética en prosa

Resumen.- El agua filtra tres nombres y tres de sus figuraciones en esta evocación que entreteje mar, lluvia y lágrimas, por medio de Mercedes Sosa (1935) y su "Alfonsina", Mario Benedetti (1920) y su "Hagamos un trato", Jorge Enrique Adoum (1926) y su "Carta para Alejandra" cantautora de la Argentina y poetas del Uruguay y del Ecuador. Ella y ellos víctimas del 2009. Una hipótesis atraviesa el conjunto: ¿Es posible, no probable, una educación sin poesía?

Señoras, señores:

Quiero empezar a quebrar mi exilio voluntario de casi medio siglo amparándome en un sencillo verso de David Ledesma Vázquez, poeta emblemático de mi generación, para quien el adiós sólo era . . .

" . . . gaviota marina que se fue a soñar . . ."

Y, permítanme llamar “Arte poética en prosa” a esta bitácora con la cual me honro en responder la invitación (cursada por el Colegio Americano de Guayaquil por medio de su Departamento de Lengua y Literatura) para asistir a esta ceremonia dedicada a tres personalidades latinas: Mercedes Sosa, Mario Benedetti y Jorge Enrique Adoum.

Molestias referentes a mi edad impiden mi presencia, hoy, aquí, cerca de la juventud estudiosa, privándome del placer de acompañar a  Maritza Cino, Ernesto Carrión, Fernando Cazón Vera, Juan Carlos Cucalón y Jorge Martillo, y a Jacqueline Unapanta y Felipe Amado Encarnación Rosario, colegas estimables. Y a ustedes, generoso y cordial público.

Le he pedido a mi sobrino-nieto Andony Landívar Macías, alumno del establecimiento, que me represente leyendo este mensaje con el cual, además, expreso mi respeto a la Dra. Patricia Ayala de Coronel, rectora, y al personal docente y administrativo del Colegio.

Convocados por Mercedes Sosa, Jorge Enrique Adoum y Mario Benedetti hemos llegado a esta cita, primero, con “Alfonsina Storni” cuyo mar inventa la voz de Mercedes, la cantautora argentina cada vez que embellece la inspiración de Ariel Ramírez y Félix Luna:

“¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar (…) en el agua profunda, Alfonsina, vestida de mar”.

Y, de inmediato, con “Alejandra” a quien Jorge Enrique le escribe una carta paternal durante una noche castigada por la lluvia de mil novecientos cincuenta y uno, mientras Benedetti, en el sur del sur, propone un acuerdo de solidaridad a los amantes de su “Hagamos un trato”.

Gloso al poeta uruguayo:

“Es tan lindo saber que usted existe (…) y que (usted lo sabe) puede contar conmigo”.

Y Jorge Enrique, ecuatorianísimo, al hablarle a su hija Alejandra, entonces, muy pequeña, le confía que la lucha heroica por construir una patria nueva, se asumirá cuando comprendamos que:

“(. . .) todo (se hará y se hizo) para que un día ya no asusten los últimos soldados”.

La voz de Mercedes recupera la visión de “Alfonsina” hundiéndose, gemela, en ese mar que palpita en la noche lluviosa de Adoum, para transformarse, poco a poco, gracias al poder de la metáfora, en la quietud espumeante de una cafetería de Montevideo donde se celebra el contrato pasional que Mario Benedetti ha creado para una pareja cuyas lágrimas de júbilo y nostalgia se disuelven en esa noche lluviosa que llega desde el mar . . .

. . . y de aquel mar de la naturaleza, al mar de la retórica, y de éste al mar urbano, mar civil, íntimo y social.

Es ese mismo mar que buscan un joven y una joven a quienes el azar de la Guerra de los Cien Años reúne para extinguirlos, paso a paso, víctimas de la intolerancia, en el filme de John Huston, “Ese largo paseo por el amor y por la muerte”.

Es, también, el extraviado mar de nuestro Club 7 de la Poesía que cultivamos en este Guayaquil inexplicable entre 1951 y 1962: Ileana Espinel Cedeño, Carlos Benavides Vega, Gastón Hidalgo Ortega, David Ledesma Vázquez y yo, Sergio Román Armendáriz (mar simbólico en cuya orilla me esperan mis cómplices para completar el diálogo interrumpido por la danza macabra de las metralletas de aquellos soldados que aún espantan el futuro de esa infancia que, entonces, representó “Alejandra”).

Ahora, permítanme, una divagación premonitoria.

Una mujer camina hacia las olas y se hunde en ellas. Puede ser Alfonsina Storni con el acento de Mercedes Sosa. Meridionales, ambas.

O puede ser esa Teresa de David Ledesma, escrita en la arena de la playa y borrada por la espuma al igual que los últimos soldados del himno de Adoum. Alejandra y Teresa, ambas ecuatorianas.

O puede ser la "Amada"  móvil de la pasión uruguaya recreada por Mario Benedetti.

O la marina gaviota de David. Puede ser.

Al igual que en las pantallas cinematográficas, las tres o cuatro imágenes iniciales, sueltas, irán confabulándose y soñando ese único futuro cuyo horizonte, por ética, atraviesa el concepto del ¡Amor al prójimo! que predica la “Parábola del buen samaritano”.

Y así será si superamos nuestros propios límites y miedos, para intuir que la poesía no sólo es el lenguaje visible del espíritu. Es, quizás, el lenguaje secreto de Dios.

Por eso, una educación sin poesía, carece de sentido.

¡Gracias!

Sergio Román Armendáriz

CR XII 2009

romantic@racsa.co.cr

Notas

Referencias: I.- Nombres citados. II.- Recursos didácticos.

I.- Nombres citados

Sosa, Mercedes (cantautora argentina, 1935-2009). Se eligió su interpretación de "Alfonsina  *  y  el mar" (letra de Félix Luna y música de Ariel Ramírez, ambos argentinos. Ariel nació en 1921 y Félix murió en el 2009. No tenemos más datos).

* Storni, Alfonsina (poeta argentina, 1892-1938).  La crónica cuenta que se lanzó al mar desde una escollera. La canción habla de un lento ingreso al mar.

Benedetti, Mario (poeta  uruguayo, 1920-2009).  Se eligió su  "Hagamos un trato".

Adoum, Jorge Enrique (poeta ecuatoriano, 1926-2009). Se eligió su "Carta para Alejandra".

II.- Recursos didácticos

Recurso estilístico que unió a los nombres mencionados: el agua que proviene del mar de Alfonsina y de la lluvia que acompaña la escritura de la "Carta para Alejandra", elemento enérgico que impulsado por la imaginación penetra una ciudad del sur del continente y llega apagando sus olas en espuma hasta la mesa de una cafetería en donde la pareja de amantes formulan el "Hagamos un trato".

Recurso temático  que cerró la intervención con una idea que teniendo que ver con el asunto tratado (la poesía), se abría hacia la reflexión a manera de casi ponencia:  "Una educación sin poesía carece de sentido". O, mejor, modulando la hipótesis: ¿Carece de sentido una educación sin poesía?.

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