COLECTIVO 'SOTAVENTO', DE LA RUTA DE LOS SITIOS INUSUALES (un mercado y un exsanatorio) A LA RUTA DE LOS SITIOS USUALES (una sala escénica josefina)

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Esta bitácora 219 es la antepenúltima de la sección que concluirá en la 221, coincidente con el cambio de era de nuestros ancestros mayas (en lenguaje occidental, 21-22 de diciembre de 2012). Después, no añadiré ningún material, aunque el servicio de esta Página quede abierto, el equipo de edición se dedicará durante el lapso 2013-2014 a reordenar los textos presentes, eliminando las redundancias y afinando el sentido de completitud en las partes y en el conjunto con el ánimo de publicar, en versión impresa y virtual, en el 2015, un libro y una serie de cuadernillos. Con esta faena, daré por concluida mi lid intelectual de medio siglo y más, dedicándome luego a otros menesteres. Atte., SR

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En mayo de este 2012, ‘Sotavento’ estrenó en el mercado de Heredia, CR, ‘Un curso de milagros’ de Enrique Olmos (México, 1984) con la actuación de Sally Molina y Lady Montero, partitura codirigida por Gustavo Monge y Reinaldo Amién. Meses después, este cronista pudo aplaudirla cuando siguiendo la ruta de sitios inusuales *, se presentó en el piso alto y en abandono del exsanatorio Durán, Cartago, CR, donde los treinta o cuarenta asistentes nos acomodamos a ras de un espacio frontal donde se desarrolló la escena cuyo eje era un camastro alrededor del cual dos mujeres marginales (¿amantes, amigas, cómplices?) rimaban y destejían sus penas y sus límites. En esa marejada de pasiones e incluso de objetos inestables, una de ellas encontró en el obrar hechos mágicos, una opción de sobrevivencia, eje anecdótico que en un ambiente sórdido y con un lenguaje crudo, pudo hacer brotar el don de la solidaridad, eje temático. Fue tal la conjunción que intérpretes, obra y público formamos una sola respiración, lo cual constituye un aporte de la puesta, al lenguaje.

(* En la ruta de los sitios usuales, el ‘Giratablas’, sala josefina, espera su visita, el 5, 6, 7, 12, 13 y 14 de octubre, dentro del VII Encuentro Nacional de Teatro, aunque el formato del festival obligue a abandonar otro de los aportes de este grupo al lenguaje: la exploración de espacios anticonvencionales.)

La palabra ‘sotavento’ remite al sitio opuesto de donde sopla el viento, lo cual implica cierta disposición a enfrentar la adversidad. En esta prueba referente a la obra de Olmos: ‘Un curso de milagros’, el equipo escénico costarricense lució ‘singular’, o sea, diferente. Y ‘silencioso’ porque sus miembros no se desgastan en instancias autopublicitarias, sino que su trabajo rinde frutos reales. Esta señal es su mejor carta de presentación.

SR/ CR, IX 2012

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