'Abya Yala', plenitud de 'Vacío'

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Este artículo pertenece a:  Román, Sergio. Casiolvidos de un aficionado al teatro en Costa Rica (1993-2012)  

VACÍO

Coproducción: Abya Yala - Teatro Universitario - Pro Artes - Iberescena / C.R., octubre-noviembre 2010 (Teatro de la Escuela de Artes Dramáticas, UCR) / 2da. temporada: enero-febrero 2011 (Teatro de la Aduana, CNT)

Dirección: Roxana Ávila (cofundadora de 'Abya Yala' con David Korish)

Coautoría del texto: Roxana Ávila y Ailyn Morera

Fuentes: Expedientes del Asilo Chapui de CR datados a comienzos del siglo 20 y cartas que, además, nunca fueron remitidas a las familias de las pacientes

Otra fuente: González, Mercedes. La construcción cultural  de la locura femenina en CR entre 1890 y 1910. (Plazo que las investigadoras de 'Vacío' ampliaron a 1950). EN: Hurtado Oviedo, Víctor. 'Vacío' a teatro lleno (Entrevista a Roxana Ávila. Suplemento 'Áncora'. La Nación, CR, 23 de enero, 2011. Pág. 29, con la siguiente bajada: 'La compañía Abya Yala presenta VACÍO, obra que revela la marginalidad de la mujer'.

Oficiantes: Ailyn Morera, Anabelle Contreras, Andrea Gómez, Aysha Morales, Érika Mata, Fabiola Cordero, Fiorella Bákit, Mariella Richmond, Grettel Méndez, Ivania Morales, Liliana Biamonte, Liubov Otto, Maitén Silva, María Luisa Garita, Micaela Piedra, Monserrat Montero y Valentina Marenco. 

Categoría: Vanguardia.

Para FORJA, Mayo 2012 / CASIOLVIDOS / Sergio Román Armendáriz
 
ABYA YALA, PLENITUD DE ‘VACÍO’
Extracto de ‘Casiolvidos de un espectador de teatro en Costa Rica, (1993-2012)’
 
‘Vacío’, realización con la cual ‘Abya Yala’ cerró su ciclo del año dos mil diez, respira plenitud este 2012 visitando diversos festivales, invitada por la flexibilidad de su estilo (aspecto externo, forma) en correspondencia con la fuerza de su tema (aspecto ideológico, sustancia).
 
Esta faena de la post-modernidad contiene, por su aire de fiesta agridulce, un espacio del placer y del pensar en pugna con el tiempo del dolor y de la inercia que nos asedian desde ciertos datos puntuales tomados de archivos compuestos por expedientes clínicos y por algunas cartas sin distribuir provenientes de un exmanicomio josefino. 
 
Por eso, quien juzgue esta obra sólo con el enfoque aristotélico, debe cambiar de lentes.
 
La ‘Poética’ del estagirita cuenta con veinticinco centurias de epifanía. Sus señales están codificadas a la perfección. En cambio, la poética de vanguardia sigue abriéndose paso hacia lo ignoto, sobre todo, impulsada (creo yo) desde el estallido de la bomba atómica en 1945 cuya radiación y dispersión aún sacuden nuestras neuronas motorizando la exploración de una órbita ‘est-ética’ para lo cual carecemos de referencias aunque tratemos de ir estableciéndolas al ritmo de la violenta dinámica universal en cuya marejada, la especie intenta trascender. Por supuesto, aprecio la ruptura del canon precipitado por la irrupción de las primeras cuatro décadas del siglo veinte.
 
Esas referencias hay que descubrirlas en sitios e instantes inesperados.
 
Verbigracia, he escuchado a científicos hablar de las teorías cuánticas que están provocando una resignificación de lo existente, incluyendo las contra-artes de la representación. Así, una anti-dramaturgia de otra estirpe aporta sutileza y criticidad a sus experimentos, aunque jamás nos podamos desprender por completo, en occidente, del aporte de la Hélade clásica, de los residuos del derecho romano y de las parábolas judeo-cristianas.
 
Asistir a las ceremonias coetáneas y laicas tratando de decodificarlas sin denigrarlas, parece ser el inquietante pero precioso desafío de un neocrítico y de un neopúblico capaces de introducirse en cada texto, encerrando bajo llave la preceptiva como pidió Lope de Vega (1562-1635) en su ‘Arte nuevo de hacer comedias’ (1609), exhortándonos a crecer juntos con reflexiones e impulsos atinentes al vigente reclamo de eclosionar formas e ideología.
 
En ‘Vacío’, terminamos despejando algo del desconocimiento de nuestro entorno porque la mordedura anímica que nos alerta y nos alarma es, paradójicamente, amable, de tal manera que su ácido nos va concienciando al son de un cabaret que es la apariencia de una sociedad que ignorábamos, cuya realidad filtra certeras citas capturadas en los expedientes o en las cartas de ese asilo en donde, la Mujer (con mayúscula), sin que su especificidad sea tomada en cuenta, ha sido (o sigue siendo) marginada y condenada ‘por rara o por loca o por desvanecida’, en una muestra más de la iniquidad ejercida por un machismo ignaro e iracundo.
 
Esta rebelión temática encuentra su heterodoxo correlato estilístico, como debe ser, en el manejo de la categoría dialéctica ‘Aspecto externo - Sustancia’ que, en el presente duelo globalizador, estamos aprendiendo a modular con tacto de ángel porque no hay moldes previos pues cada exploración trae su exigencia singular.
 
De este modo, por medio de un acerado aletear de sugerencias, Roxana Ávila, la directora, y Aylín Morera, la colibretista, capturan y comparten su partitura y sueño creativos gracias a un proceso de alusión, no de transcripción. Se trata de una vía indirecta que permite evocar, vivos, ciertos trazos de la verdad profunda mientras el rito nos seduce e hipnotiza.
 
Por supuesto, el rapto del espíritu carece de explicación. Sucede.
 
Sin embargo, intentaré esquematizar mi aproximación a la obra que comento, gracias a las tres siguientes salvaciones específicas:
 
1a.- Durante el acto, predomina una horizontalidad visual succionada por un centro mínimo pero alto y enérgico cuya triangulación va atrapando a la concurrencia, desde el vestíbulo en donde acuciosos oficiantes distribuyen breves vasos que contienen una bebida con rezagos de vino, hasta el patio de butacas (ahora, sin ellas), segmento que al unirse al escenario establece el único y amplio ambiente de un animado y variopinto cabaret con sus clientes (nosotros, copartícipes o coculpables) dispuestos alrededor de coquetas mesitas y pícaros complementos.
 
2a.- De comienzo a fin nos asaltan canciones sentimentales, bailes morosos, aromas que la saudade recupera, texturas inéditas y evanescentes penumbras y el sabor, antes frío, luego caliente del vino extraviado en la sangría, un verdadero ajuste de cuentas contra los cinco sentidos convencionales a favor del enigmático cruce de percepciones que la sinestesia inventa.
 
3a.- En el centro y en lo alto, el cuerpo de Liubov Otto flota apenas detenido por un artilugio mecánico cuyas oscilaciones desafían la ley de gravedad al ir integrándonos en una red tácita de sensaciones e ideas.
 
Así son las ásperas suavidades de Adán versus Eva.
 
Ésta es la identidad ‘Aspecto externo – Sustancia’ de una obra que luce energía y sensibilidad en su concepción, en su ejecución y en la conmoción que provoca.
 
Me ampara el teólogo que predica que el sabor no reside ni en la manzana intacta ni en el paladar ocioso. El sabor reside en el mordisco.
 
A esta mordedura tácita conduce ‘Vacío’, con su estética orientada hacia ‘la gratitud del entendimiento’ y con su ética ‘en pro de una humanidad solidaria’.
 
Por eso, para este cronista, ‘Vacío’ (valga el oxímoron) contagia plenitud.
 
 
FICHA DE ACREDITACIONES:
Vacío, plenitud de ‘Abya Yala’
 
Coproducción: Abya Yala - Teatro Universitario - Pro Artes - Iberescena / C.R., octubre-noviembre 2010 (Teatro de la Escuela de Artes Dramáticas, UCR) / 2da. temporada: enero-febrero 2011 (Teatro de la Aduana, CNT)
Dirección: Roxana Ávila (cofundadora de 'Abya Yala' con David Korish)
Coautoría del texto: Roxana Ávila y Aylín Morera
Oficiantes: Aylín Morera, Anabelle Contreras, Andrea Gómez, Aysha Morales, Érika Mata, Fabiola Cordero, Fiorella Bákit, Mariella Richmond, Grettel Méndez, Ivania Morales, Liliana Biamonte, Liubov Otto, Maitén Silva, María Luisa Garita, Micaela Piedra, Monserrat Montero y Valentina Marenco. 
Categoría y tipo: Vanguardia postmodernista.
Otras presentaciones: Festival Internacional de las Artes (FIA), San José, CR, IV 2012. / Mayo Teatral, La Habana, Cuba, V 2012.
 
SR / CR, mayo de 2012 / www.sergioroman.com / bitácora 139
 

Enlace sugerido: Casiolvidos de un ocioso aficionado al teatro en C

Notas

[1] Profesor de la Universidad de Costa Rica. / Este artículo integra, sus ‘Casiolvidos de un ocioso aficionado al teatro en Costa Rica, (desde 1962)’, texto del que ya se pueden consultar algunos capítulos en: www.sergioroman.com

[2] En clave de vanguardia, además de 'Vacío' (Abya Yala), 'Seis personajes en busca de autor' (Pirandello/Zappelli-Albornoz, Teatro de la Aduana), 'La paz perpetua'  (Mayorga/Rodríguez, Sursum) y los múltiples trabajos de María Bonilla (Ubú, Centro Cultural de México), etc. En clave aristotélico-clásica’, ‘El vestidor’ (Harwood/Fontana, Compañía Nacional de Teatro). Y, en clave mixta, ‘Rompiendo códigos’ (Whitermoore/Sales, Teatro 1887), ‘Oxígeno’ (Djerassi-Hoffman/Ruiz, Teatro Universitario), ‘Método Grönholm’ (Galcerán/Chávez, Grupo Yicrá, Teatro Fessler), etc. Todos estostítulos han vibrado durante el reciente segundo semestre del año dos mil diez. Un banquete en CR.

[3] David Korish integra el tándem fundador y animador de Abya Yala. SR lo recuerda a partir de ‘El caso Otelo’, 1992, fecha desde la cual ha venido observando sus propuestas.

(4) SERGIO RECOMIENDA ‘VACÍO’

Amistades cinéfilas: Me permito recomendar la nueva y breve temporada de 'Vacío' (grupo Abya Yala), ceremonia postmoderna de la que acabo de colocar mi comentario (bitácora 139) en www.sergioroman.com  ('Abya Yala, plenitud de 'Vacío'). Aunque no me gusta establecer comparaciones ni otorgar calificaciones (porque sólo soy un ocioso visitante asiduo de los escenarios costarricenses desde  1962), para mí, VACÍO fue lo mejor del 2010, año que nos deparó excelentes hallazgos (entre ellos: El vestidor, Seis personajes en busca de autor, Rompiendo códigos, etc.) / La obra se representará en el Teatro de la Aduana (CNT) del 27 de enero al 13 de febrero. Por razones de lenguaje,  el cupo es limitado. Cuando yo la aplaudí en el teatro de la UCR, sesenta y cinco era el número límite. Hay que reservar a tiempo. Por si acaso interese la relación, mando copia de este mensaje a Roxana Ávila, su directora, quien les podrá dar mayores detalles. / Ojalá que no se la pierdan. Es un trabajo excepcional. Tiene, además, un 'aire fílmico' que ustedes van a degustar más que otras personas. A mí, me encantó y me puso a pensar que ése es el profundo sentido de la palabra 'di-vertir'. Copio al maestro Brecht, divertir es abrir el entretenimiento hacia la re-flexión, y ésta implica un ejercicio doble, del cuerpo al espíritu y viceversa. Al igual que la gimnasia físico-mental. /// Con 'esta amenaza', remito mi abrazo, SR  

S.J., Bo. Dent, 21 de enero, 2011

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