Las primeras inocentes imágenes socialistas de David Ledesma Vázquez (1934-1961), poeta ecuatorial

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VERSIÓN REDUCIDA

1.- David, fue un niño prodigio, no para la educación formal que terminó abandonándola, sino para sus procesos de metamorfosis creativas que salvaban a un picapedrero transmutándolo en música y condenaban a un grillo a ser saltamontes espigado, sin dejar (en el dúo de situaciones mencionadas) de transparentar el contexto donde se consumaba el trance de ser, a la vez, el hacedor y su criatura. 

2.- A partir de 1946, con desgano porque su mente estaba pletórica de versos, cursó la enseñanza secundaria en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte donde fue alumno de Alfredo Pareja Díez Canseco, autor de “Hombres sin tiempo”, simpatizante del Partido Socialista Ecuatoriano, y de Enrique Gil Gilbert, autor de “Nuestro pan” (horno que abre su pórtico con un lema montuvio: "En habiendo arroz aunque no haya Dios"), y dirigente comunista.

2.1.- Así está consignado en la Cronología Biográfica (Obra Poética Completa, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 2007, pág.25 de 267).

3.- Por cierto, vimos el ejemplar de “Nuestro pan” dedicado a David quien lo mostraba con orgullo  (aunque no podía eludir una sonrisita haciéndonos notar que el autor de la novela, Enrique Gil Gilbert, lo trataba de “señor” lo que a toda luz no rimaba con el muchacho y, asimismo a toda luz se notaba que fue nuestro compañero, el hijo del novelista, también llamado Enrique (Gil Calderón o Killy, que compartió con nosotros algunas huelgas estudiantiles y, después, se graduó en las artes de la música en la Unión Soviética, y con quien nos reuníamos de vez en cuando en una fuente de soda de la calle 9 de Octubre, o en La Palma, o en el Costa, para arreglar el mundo), ése compañero fue el agente secreto que consiguió, para Ledesma, la firma de uno de los militantes del grupo de Guayaquil (1930-1947)comprometido con la literatura política y con la militancia de izquierda, praxis por la que David sentía cierta natural atracción

4.- (“La muerte del saltamontes” y “La canción del picapedrero”, ambos de 1951, son sus dos primeros poemas conocidos, hoy.

4.1.- Es posible que entre los papeles que su suicido dejó abandonados, habiten otros, de igual edad o anteriores pero de similar valor, pues David fue una especie de niño prodigio.

4.2.- Sin embargo, lo que estoy subrayando es que esos dos títulos marcan ya cierta inclinación comunitaria entretejida con observaciones cotidianas y pinceladas artísticas.

4.2.1.- Por ejemplo, nuestro poeta (recordemos que entre sus aficiones, a lo Tennessee Williams, en su dormitorio con baño privado de su hogar burgués, él cultivaba un zoológico mínimo de cristal)observa, con paciencia de entomólogo, la presencia de los grillos de nuestro invierno tropical, transfigurándolos en sus primos más estilizados, los saltamontes de equivalente vida efímera pero cuyas alas rectas al ser frotadas producen un sonido que la imaginación quiere adivinar que es la fuerza que destruye al cantor, de alguna manera parecida al gusano que se convierte en seda.

4.2.2.- Ídem, el picapedrero se extingue al son de la música que produce el golpe de la barrena contra la roca.

4.2.3.- En este par de casos, desde el título, empieza a palpitar un corazón plural). 

5.- De allí que las imágenes socialistas (más que ideas), en el caso de nuestro camarada, provengan de fuentes anteriores a las que, de manera común, se mencionan, enraizadas en una inicial sensibilidad cristiana y, después, florecidas en un afinamiento de su natural espíritu solidario.

VERSIÓN AMPLIA 

 

II.- Aproximación a la Muerte de un saltamontes y a la "Canción del picapedrero" de David Ledesma Vázquez

Con la barrena y la piqueta, el hombre se aventuró contra la roca y “le puso vida a pedacitos de piedra” hasta que una de esas astillas se desvaneció en la mínima acrobacia de un saltamontes que de los charcos que dejaba la marea de la ría al retirarse se traslado al juguetón zoológico de cristal del poeta.

1.- David, fue un niño prodigio, no para la educación formal que terminó abandonándola (sin dejar de colocar bajo su nombre la referencia de su nivel: “3er. año, 6ta. sección” <Ob. Cit., pág. 144>), sino para sus procesos de metamorfosis creativas que salvaban a un picapedrero transmutándolo en música y condenaban a un grillo a ser saltamontes espigado, sublimándolos, sin dejar (en el dúo de situaciones mencionadas) de transparentar el contexto donde se consumaba el trance de ser, a la vez, el hacedor y su criatura, el texto.
 
2.- A partir de 1946, con desgano porque su mente estaba pletórica de versos, cursó la enseñanza secundaria en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte donde fue alumno de Alfredo Pareja Díez Canseco, autor de “Hombres sin tiempo”, simpatizante del Partido Socialista Ecuatoriano, y de Enrique Gil Gilbert, autor de “Nuestro pan” (horno que abre su pórtico con un lema montubio: "En habiendo arroz aunque no haya Dios"), y dirigente comunista.
 
2.1.- Así está consignado en la Cronología Biográfica (Obra Poética Completa, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 2007, pág.25 de 267).
 
3.- Por cierto, ví el ejemplar de “Nuestro pan” dedicado a David quien lo mostraba con orgullo (aunque no podía eludir una sonrisita haciéndonos notar que el autor de la novela, Enrique Gil Gilbert, lo trataba de “señor” lo que a toda luz no rimaba con el muchacho y, asimismo a toda luz se notaba que fue nuestro compañero, el hijo del novelista, también llamado Enrique (Gil Calderón o Kily <1935-2008> compartió con nosotros algunas huelgas estudiantiles y, después, estudió dirección de coros en la ex Unión Soviética sostenía que “cantar era un acto de amor”, y con quien nos reuníamos de vez en cuando en una fuente de soda de la calle 9 de Octubre, o en La Palma, o en el Costa, para arreglar el mundo), ese compañero fue el agente secreto que consiguió, para Ledesma, la firma de uno de los militantes del grupo de Guayaquil (1930-1947) comprometido con la literatura política y con la militancia de izquierda, praxis por la que David sentía cierta natural atracción.
 
3.1.- ¿Por qué DLV alumno de EGG, tuvo que recurrir a un camino indirecto para conseguir el libro y el autógrafo de un escritor al que admiraba y que era su profesor? ¿Timidez?
 
4.- (“La muerte del saltamontes” y “La canción del picapedrero”, ambos de 1951, son sus dos primeros poemas conocidos, hoy.
 
4.1.- Es posible que entre los papeles que su suicido dejó abandonados, habiten otros, de igual edad o anteriores pero de similar valor, pues David, reitero, fue un niño prodigio.
 
4.2.- Sin embargo, lo que estoy subrayando es que esos dos títulos marcan ya cierta inclinación comunitaria entretejida con observaciones cotidianas y pinceladas artísticas.
 
4.2.1.- Por ejemplo, rememoro que entre sus aficiones, a lo Tennessee Williams, en su dormitorio con baño privado de su hogar burgués, él cultivaba un mínimo zoológico de cristal que su padre destruyó, según refiere José Guerra Castillo en el capítulo que a DLV dedica el Diccionario Biográfico del Ecuador, cuya versión virtual dirige el Dr. Rodolfo Pérez Pimentel.
 
4.2.2.- El poeta observa, con paciencia de entomólogo, la presencia de los grillos de nuestro invierno tropical, transfigurándolos en sus primos más estilizados, los saltamontes de equivalente vida efímera pero cuyas alas rectas al ser frotadas producen un sonido que la imaginación quiere adivinar que es la fuerza que destruye al cantor, de alguna manera parecida al gusano que se convierte en seda.
 
4.2.2.1.- Remembranzas pues algún duende ha escondido esta melodía quién sabe hasta cuándo.
 
4.2.3.- Ídem, el picapedrero se extingue al son de la música que produce el golpe de la barrena o de la piqueta contra la roca.
 
4.2.3.1.- Su propia composición es un deleite, una larga respiración de treinta y tres octosílabos sin rima, tipo romance donde a veces resuena García Lorca, ejemplo de un oído en proceso de afinamiento.
 
4.2.3.2.- Parece, sin embargo, que el corrector de pruebas no oyó el verso 9: “Hombre que va arrancando”, pues la sinalefa <que enlaza la “a” final de “va” con la “a” inicial de “arrancando”> le hace perder una sílaba. A la inversa, el hiato causa una fisura, una mancha acústica inconveniente. Es posible que el original diga: “Hombre que vas arrancando…” <el secreto yace en la “s” que le falta a “va”>, detalle de estilo que adquiere consistencia ideológica pues provoca un acercamiento natural entre el lector y el personaje dentro de una operación donde predomina lo sentimental sobre lo reflexivo.
 
4.2.3.3.- El corrector vuelve a descuidar el verso 30, al que le sobra una sílaba, al revés del 9, que le faltaba una: “… y de tu piedra tu epitafio,…).
Con seguridad, porque lo conozco, David escribió: “… y de piedra tu epitafio,…). Ese adjetivo “tu” que determina al sustantivo “piedra”, no hace falta. Subrayo, es el corrector el culpable.
 
4.2.3.- En este par de casos, desde el título, empieza a palpitar un corazón plural.
 
4.2.3.1.- Sus dos primeros poemas metaforizan su vida pues el saltamontes muere cuando se convierte en canto y el picapedrero lo hace cuando el “tic tac (de las herramientas, otro canto> va “martillando piedra estéril”. Desde entonces, nunca sabrá donde concluía él y empezaba su verso, pues al crear su propio “uni-verso”, preanunció el fuego sin tregua que al consumirlo, dejaría vibrando su voz para siempre en el borde de la eternidad.
 
5.- De allí que las imágenes socialistas (más que ideas), en el caso de nuestro camarada, provengan de fuentes anteriores a las que, de manera común, se mencionan, enraizadas en una inicial sensibilidad cristiana y, después, florecidas en un afinamiento de su natural espíritu solidario.
 
5.1.- ¿Por qué, 33 versos? ¿Qué dice el número 33 a un clan como el nuestro, a un club aficionado al juego capicúa y al palíndromo?
 
5.2.- David establece un relato desde el alfa al omega, que integra niñez, adultez, procreación y extinción, atrapado por una atmósfera tácita de opresión contra el débil, lo cual constituye un bosquejo del amanecer de su conciencia, amén de la distancia que su sensibilidad fue estableciendo con la burguesía en la que había nacido.
 
5.3.- La retórica teje variados enlaces comparativos: “… igual que todos los hombres,…” verso 2, “… dura y firme como piedra…” verso 12, y, “Fueron tus cirios: barrenas…” verso 29, intuición que modula las proporciones de la construcción literaria en medio de un estallido léxico atinente a la tierra, a la roca, al crepitar del trabajo reventándola, fragmentándola en sollozos que estallan y en corpúsculos…
 
5.4.- La chispa pétrea se ha convertido en saltamontes y éste en seda. Así el estilo ha devenido en ideología.
 
5.5.- ¿Se le puede pedir más a un David de diecisiete años?    
 
SR / CR, 2010

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Notas / Fuentes y Cuestión previa

 

Bibliografía de DLV: Los 7 títulos líricos de David son: (1) "Cristal" (1952), su participación en (2) "Club 7" (1954), (3) "Gris" (1958), (4) "Los días sucios" (1960), su participación en Triángulo, (5) "El cuaderno de Orfeo" (+1962), (6) "Teoría de la llama" (+2007) y (7) "La corbata amarilla" (+2007).

 

Bibliografía acerca de DLV: La Casa de la Cultura Ecuatoriana ha publicado, en Quito, POESÍA REUNIDA (2002) y OBRA POÉTICA COMPLETA (2007). /// Sergio Román Armendáriz, su compañero del Club 7, ha publicado en: www.efectoalquimia.blogspot.com, www.letralia.comwww.sergioroman.com

 

Textos de Sergio dedicados a David, su compañero del Club 7, están publicados en www.efectoalquimia.blogspot.com, www.letralia.com, www.sergioroman.com

 

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CUESTIÓN PREVIA:

Acerca de la fecha de tres poemas de David Ledesma Vázquez: La muerte del saltamontes, Mujer de ébano ardiente y Teresa escrita en la playa que en la Obra Poética Completa de David Ledesma Vázquez (Casa de la Cultura, 2007) aparece, el primero, apenas mencionado, el segundo y el tercero fechados respectivamente en 1951 y 1952. 

En 1952, asuntos de salud del padre, lo llevaron varios meses a Buenos Aires, mientras Sergio ingresaba al primer año de la Escuela de Derecho en la Facultad de Jurisprudencua y Ciencias Sociales de la Ubniversidad de Guayaquil. Entonces, la relación se volvió epistolar. Para entonces, Sergio conocía desde el año anterior -1951- estos tres poemas por razones de amistad y colaboración con David. De allí que sostenga que "1951" corresponde a la ubicación temporal de los tres títulos mencionados.

 

Notas

3 textos de Sergio dedicados a David y publicados en www.letralia.com

UNO

"Quinteto",
5 composiciones de David Ledesma Vázquez a la luz del "Club 7 de Poesía"| Ver
En:
www.letralia.com
(Núm. 231, del 3 de mayo, 2010)

DOS

"La última nota" de David Ledesma Vázquez.
Prueba documental de su memoria política.
En:
www.letralia.com
(Núm. 217, del 7 de septiembre, 2009)

TRES

"Mercurial Periodística"
Un caso de ética y defensa del derecho de respuesta
y un intento de preservar la memoria política de David Ledesma Vázquez
(1934-1961)
En:
www.letralia.com
(Núm. 201, del 15 de diciembre, 2008)

Otros textos de Sergio dedicados a David

1.- Nocturno alrededor de David Ledesma Vázquez (poema)
2.- David y su "Teresa escrita en la playa" (artículo)
3.- David desde La Paz (prosema)

www.sergioroman.com

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