Vivir amando, guión de Javier Ortiz-Tirado Kelly, realizador mexicano

Comentario de Sergio, consultor

Croquis nervioso del amor físico y metafísico de un artista que intenta consagrar su oficio fílmico a la causa de llegar a ser mensajero de Dios en medio de un choque entre la inmediata lujuria copuladora y el supremo éxtasis unitivo.

Se trata de una tragedia en donde Conce sublima la defensa del máximo valor religioso, la abstinencia del sexo, en tanto Adán sublima el valor contrario, la sacralización del erotismo.

Es, también, una tragedia de destrucción y purificación combinadas porque el personaje masculino al agredir la castidad que representa su contraparte, mujer elegida por Jesús en calidad de esposa mística, indirectamente cumple su destino de sembrar el Bien con su cámara cinematográfica aunque, por paradoja, se precipite en el sibaritismo del sexo.

Además, Conce en aras de servir a Jesús, su cónyuge espiritual, va apartándose de Adán, su cónyuge material, quien, en esa encrucijada, le es infiel con Eva –joven, bella y pícara teibolera o deslumbrante dama de la noche- mensajera del Mal a quien Satán victimiza para que Adán caiga en la tentación permitiendo, así y entonces, que Conce cumpla su altísimo destino de cultivar el Bien gracias a la sacralización del erotismo que ahora, en el plano metafísico, ella representa.

Al fin, el arrepentimiento constituye el mensaje de salvación eterna.

Se trata de un regio ensayo entretejido con materiales terrenales y celestiales.

CONCE y ADÁN y EVA integran una parábola moderna narrada dentro de apetitosos espacios exteriores e íntimos y con una sostenida progresión hacia el clímax de una trama entrelazada con peripecias, anagnórisis y puntos de giro inesperados pero inevitables.

En fin, una hermosa y aleccionadora rima entre ideología y estilo.

Enlace sugerido: Blog de Javier Ortiz-Tirado Kelly

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