¿Democracia puta o democracia pura?

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(Se autoriza su difusión por Internet). Contra-comentario en dos páginas de Sergio Román Armendáriz

Con la mitad de un siglo de atraso, queriendo volver a mis andanzas de "muchacho universitario" dispuesto a arreglar el mundo (¿ignorando que para esa tarea tenemos a las Naciones Unidas?), de pronto el ABC-Color de Asunción, Paraguay, el 6 de julio del 2009 desplegó su editorial en la primera página incluyendo un adjetivo hepático en su título. Ni corto ni perezoso, contesté el día siete, incorporando ese adjetivo a la pregunta que me sirvió de contra-título. ¡Disculpen, pero este paisaje es también parte de nuestra realidad latinoamericana! Y si los medios no nos permiten ejercer el derecho de respuesta, sólo queda expresar nuestra voz por la red de redes, con la fe de que alguien la escuche en cualquier parte del mundo. Y la rechace. O la asuma. SERGIO ROMÁN(tico)

Curridabat, San José, Costa Rica, martes 7 de julio, 2009

AMIGOS y AMIGAS de ABC-Color, Asunción:

Saludo su faena informativa, la respeto aunque no la comparta.
Por ejemplo, a propósito de vuestro editorial: "Democracia puta", Asunción, lunes 6 de julio, 2009, debo decirles que:

Coincido en el adjetivo. Sólo en el adjetivo y... ¡en parte!

La democracia no sólo puede ser puta, puede ser putísima pero, aunque no sea propicio el modular, a la distancia, un texto dictado por el hígado, lo intentaré.

(Tal vez cuando compartamos una taza de café o una copa de vino o un buen mate, nuestra conversación, a pesar del tema, será agradable.)

¿Por qué?

Porque en vuestro editorial (contrariando la naturaleza del género) no hay argumentación, hay diatriba. La serenidad de un editorialista no le quita valor a su posición, si aspira a que lo tomemos en serio. No asustan las palabras, asusta la ausencia de lógica, pues se  elude, o se esconde la pregunta principal: ¿A quién beneficia que el Mercosur no se fortalezca porque toda exclusión (en este caso de Venezuela) siempre debilita?

¿Quizá sólo beneficia a quien añora psicoanalíticamente el gran garrote imperial sintetizado en el lema: América para los U$Americanos y sus acólitos?

La democracia no sólo puede ser puta o, incluso, putísima. Oxímoron aparte, puede ser noble, nobilísima. Basta leer la historia y sus entrelíneas incluyendo la paraguaya, doliente y, a la vez, esperanzadora.

Lo que deja traslucir el autor de marras, parece ser su cópula fanática con la democracia formal ligada a la propiedad privada de los medios de producción, lo que le impide apreciar el maduro encanto de un romance tranquilo con una democracia perfectible ligada a la propiedad social de dichos medios.

Éste es otra reflexión que necesita aún mayor serenidad, condición quizás ausente en el carácter del ABC, título que aunque denota el empezar a deletrear palabras, ¡oh! sorpresa, no le impide cacarear apocalipsis.

(Sin embargo, la copa de vino o la taza de café o el buen mate están por servirse. Platicar es mejor que polemizar.)

Un abrazo,  SR

Notas

Post Scriptum.- Una letra separa "puta" de "pura". ¿Festival del oxímoron? Por eso, es oportuno y agradable compartir la utopía de Alejandro Román Armendáriz a quien cito, no por hermano sino por periodista, cuando en su columna del diario Expreso de Guayaquil, Ecuador: ¡Patria Adentro!, nos invitaba a surcar sin miedo y con brío el ancho y profundo rumbo de la democracia ¡socialista!

Espero la reproducción de este contra-comentario en demostración de una saludable posición pluralista que en nombre de la democracia, tanto reclaman, ustedes, ¡de los demás!

Por lo pronto, incluiré estos párrafos en la sección Política (menú vertical) de mi (o, mejor, nuestro) www.sergioroman.co.cr

Nuevos saludos,

Sergio Román Armendáriz
romantic@racsa.co.cr

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