Un ejercicio para iniciar la enseñanza-aprendizaje del cine ficción

Categoría: Pedagogía / Inicio

Propósito y partes de esta bitácora:

Propósito:
Quienes aspiren  a ser cineastas, videastas y guionistas, deben seguir el ejemplo que exige la formación en las artes plásticas y afines, y en los deportes: el entrenamiento constante gracias a ejercicios cotidianos y progresivos.

Partes:

I.- Generalidades
II.- Un ejemplo puntual

I

GENERALIDADES

¿Qué recomiendo?

Recomiendo dentro del trámite de apropiación del lenguaje audiovisual y escrito, imitar ciertas secuencias fílmicas que aunque tengan pocas exigencias de  producción, muestren, sobre todo: (1) una estructura clara de inicio y fin, o exhiban (2) el carácter de un personaje, o (3) bosquejen las señales identificadoras de un ambiente determinado.

¿En qué me inspiré para diseñar este ejercicio?

Me inspiré en la observación de museos y mercados de tal manera que induje que el o la estudiante de comunicación escrita y audiovisual debería proceder de la misma manera que procede la juventud estudiosa de las artes (plásticas y afines) que recorre los museos y los mercados imitando los cuadros magistrales o las escenas cotidianas y, de esa manera, entrenan la relación directa entre la mano y la mirada.

No sólo los futbolistas deben entrenarse


La fórmula clave, aquí, es “entrenamiento cotidiano y progresivo”. No sólo los futbolistas deben hacerlo. Quienes aspiren a ser cineastas, videastas, guionistas tienen que asumir su calidad de atletas en formación para lo cual necesitan entrenarse, siempre.

¿Cómo empezar?


Invito a empezar a apropiarnos de los materiales, los instrumentos y las técnicas del relato (verbal, verbo-icónico y audiovisual) sobre la base de ejercicios que imiten, aunque sea de manera esquemática, ciertas secuencias fílmicas de cortos o largometrajes presentes en la pantalla de la tele o de los cinematógrafos.

Imitación de una secuencia predeterminada, por medio ¿de qué?


Por medio de un cineminuto, o vídeo minuto (para la pantalla) o de un textominuto (para el guión).

El minuto es sólo una guía disciplinaria pues, según el caso, la tarea puede requerir y aceptar segundos más, segundos menos.

¿Por qué, "un minuto"?

La condición de "un minuto” facilitará dos cosas: (1) la asimilación total de cada ejercicio, previa a la orientación precisa que debe brindar el profesor o profesora al grupo(pues si tomamos en cuenta la cantidad de alumnos o alumnas del curso, obtendremos un número tan exigente de minutos, cuya cantidad exagerada impedirá el examen indispensable del material escolar, de tal modo que la profesora o el profesor apenas podrá poner, en su libreta de control, una simple señal de "trabajo cumplido" pero jamás de "trabajo analizado". (2) Asimismo, esta codición del "minuto" facilitará su reelaboración las veces que fueren necesarias hasta interiorizar (alumnos y alumnas e incluso tutores y tutoras) la dialéctica de la teoría básica aplicada a una práctica puntual, faena vertebradora del oficio.

(En el caso del minuto para la escritura “guionística”, sugiero trabajar el equivalente a una página, “courier new”, puntaje 12).

¿Proceso o producto?

En el aula, la prioridad debe ser el proceso, más que el producto. Digo, la prioridad.

Por eso, (1) más que pensar en concursos y premios externos, lo que debemos hacer es (2) realizar la tarea para verificar sus  aciertos y sus errores así calificados respecto de la idea central del ejercicio, y (3)  apuntar las opciones de mejoramiento del trabajo escolar, de tal manera que este ejercicio se repita y reconstruya tantas veces fuere aconsejable, (3.1) en lugar de estar saltando de ejercicio en ejercicio sin ninguna reflexión pues, si falta la guía del profesor o profesora, o está ausente el autocomproniso, entonces, la ley del mínimo esfuerzo intectual hará que infinitamente se multipliquen las equivocaciones subrayadas dentro de un activismo que aparecerá vistoso por el número de trabajos a exhibir, pero opaco en cuanto al aporte sólido a la formación práctico-teórica de la juventud estudiosa.

II


"ANTONIETA", UN EJEMPLO PUNTUAL

Aclaración

Esta “puntualidad” remite a un ejemplo concreto trabajado en mi aula y digo “ejemplo” sólo por su carácter ilustrativo y no necesariamente porque crea que tiene o tuvo ribetes extraordinarios.

Ejemplo puntual:

La secuencia inicial de “Antonieta” de Carlos Saura

De las tareas cumplidas por mis grupos, en este ámbito, una de las que recuerdo con mayor alegría es la que se inspiró en la primera secuencia de “Antonieta” (1982) de Carlos Saura (España, 1932), largometraje estimulado por la breve pero contrastante vida de Antonieta Rivas Mercado (1898-1929) personaje cuyas paradojas artísticas, políticas y sentimentales en el México de la Revolución intentó resolverlas suicidándose en la catedral de Notre Dame, París.

Doble señal de la maestría del cineasta Carlos Saura


(1) Saura, con maestría, antes de los títulos iniciales de su filme cuya historia corresponde a la recreación de los comienzos del siglo XX, emplaza una secuencia antitética en cuanto época pues comienza con un moderno programa de cocina transmitido, a todo color, por un canal televisivo que muestra (en 1979) a la actriz en el papel de la Conductora del programa cuando, luego de coronar su receta, dice que le hace falta un detalle. La mujer se inclina y saca de alguna gaveta, un revólver que apunta y dispara contra su sien, allí, en el plató, frente a la cámara. / Corte a los créditos de la historia. / Inmediato salto al pasado, cincuenta años atrás, 1929. Otro ambiente diametralmente opuesto al de la inicial secuencia.

(2) Digo “maestría de Saura” en cuanto a considerar que la época de la primera secuencia gira opuesta a la atmósfera de casi toda la película y, sin embargo, este aparente desequilibrio se redime porque el destino de la presentadora de televisión y el de Antonieta, personaje epónimo, es el mismo. La muerte por mano propia.

Colofón

El grupo estudiantil vivió la experiencia plena desde bocetar el preguión hasta conseguir el producto final, y de tal práctica se filtró y se asumió, por lo menos, (1) la necesidad de un tipo de estructura (en este caso, clásica o convencional, pues el producto y su proceso recorrieron la ruta clara que va de un inicio a un fin), (2) alumnas y alumnos se aproximaron al tratamiento de un carácter, el de la Presentadora del programa televisivo de cocina, no en cualquier momento, sino en uno próximo al estallido de su crisis en forma de suicidio, (3) también, ellos y ellas se aproximaron a identificar un ambiente determinado (el estudio de TV con la parafernalia propia de un programa doméstico dedicado a los menesteres de la cocina, y (4) buscaron y encontraron a dos personas idóneas, una, para representar el papel, no sólo en cuanto apoyo artístico sino, además, ad honórem, gracias a la sensibilidad y cortesía de Ana María Barrionuevo, actriz profesional. Y, asimismo, el equipo responsable logró igualmente, ad honórem, la asesoría, en el áea de la realización, del cineasta Marco Vinicio Ramírez, recién llegado entonces de sus estudios en Europa. Este punto 4 contituyó un plus formativo.

La grabación se hizo en un único día en los estudios de TV de la Escuela de Ciencias de la Comunicación,(CEPROAV, ECCC/UCR, 1985). La edición exigió más tiempo y también se hizo en las mismas dependencias. El grupo se hizo cargo de todo el proceso.El producto motivó un animado debate interno.

Se están precisando los demás datos de la ficha para completar la información.

Énfasis

Colegas: Recomiendo con entusiasmo este ejercicio de aproximación a la pedagogía de la praxis introductoria al cine ficción.

A sus órdenes,

Sergio Román Armendáriz
Costa Rica, IX 2009

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