Un ppoema y un prosema de Sergio: "Aeropuerto de Panamá, 1972" y "David desde La Paz, Bolivia", 1982

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2 textos de Sergio:  un poema y un prosema *

Aeropuerto de Panamá, 1972

David desde La Paz, Bolivia, 1982

* Llamamos "prosema" a ese semigénero encabalgado entre el periodismo y la literatura

Sergio Román Armendáriz  / Un poema de 1972 y un prosema de 1982

 
AEROPUERTO DE PANAMÁ, 1972 
a: Gastón Hidalgo Ortega, Ileana Espinel Cedeño y Carlos Benavides Vega, en la hermandad y en la orfandad del "Club 7"(Guayaquil, 1951-1962)

Colgarse                                                     el esqueleto andamio 
el sexo goloso y gato colgarse lentes para la sonrisa papel higiénico colgarse grasa de cerdo para resbalar en el sistema y de repente ser atropellado por el asco irrumpiendo en el río de ratas de este capitalismo salvaje abriéndonos contracorriente a dentelladas íntimas 
sin rumbo 
        al sitio propio
                      que no nos pertenece.

Esta monofonía patética fue escrita en el Aeropuerto de Panamá, R.P. Abril de 1972 (Material inédito hasta hoy, 2010)

Notas

                                                                                                                                                                                   
DAVID DESDE LA PAZ, BOLIVIA, 1982

A la paz donde habitas,

envío este prosema

… eras un muchacho con una voz de plata que recitaba melodías decapitadas de Noboa y Caamaño aquellas de un extraño sortilegio recordando tu infancia en la intimidad del hotel Neumann y allá coreabas consignas socialistas en las calles vecinas del Palacio Quemado junto a la Plaza Murillo en La Paz violenta al pie del Illimani en el clima de esa Bolivia de la Revolución Nacionalista de mil novecientos cincuenta y dos cuando el pueblo marchaba con tu sonrisa al aire de los páramos junto a tu destacamento sindical de la Radio del Estado entretejido con mineros quechuas forrados de dinamita y campesinas aymaras de vivos colores y collares de múltiples bucles en el centro de esa capital andina donde te embriagó la perfecta plenitud de la pasión hasta que un proyectil extraviado arrebató la vida de tu compañera cumpliendo así la primera mitad de tu muerte que nueve años después completaste en ese inexplicable Guayaquil de “Los días sucios” puerto al que en este momento le firmas tu ‘Poema Final’ (¿o fue tu ‘Última Nota’?) esta noche en que observo de súbito tu imagen atravesando la avenida Arce frente a la Universidad Mayor de San Andrés siempre dispuesta para el asalto bolchevique al Palacio de Invierno (¿o fue un solitario amanecer?) de aquella Semana Santa de mil novecientos sesenta y uno en tu barrio Centenario al fondo de la  línea de tranvías cuando cumpliste del poeta ese  “extraño sortilegio de soñar sosteniendo tu propia cabeza entre las manos”. (…)   En verdad eras un David hermoso…

Prosema dictado por La Paz, Bolivia, treinta años después… durante una consultoría temporal que SR sirvió para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), abril de 1982, mientras iba recogiendo los pasos del camarada ausente...

 

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